Es cuestión de instantes: un inesperado ataque al corazón termina en una muerte súbita.
Investigadores de la Universidad de Tufts, Estados Unidos, encontraron que el ejercicio oactividad sexual inconstante y esporádica aumenta las posibilidades de padecer infartos.
Aunque la actividad física es fuente de un estilo de vida saludable, si se practica de manera poco recurrente y se somete al cuerpo a grados de esfuerzo para el que no está preparado, las posibilidades de tener un episodio cardiaco aumentan 3.5 veces, de acuerdo al estudio.
El sexo esporádico y no constante también significó un aumento de 2.7 veces en las posibilidades de tener una falla cardiaca, que tiene su punto cúspide entre las primeras horas después de la actividad.
El estudio encontró, también, que las posibilidades de tener un ataque cardiaco se reducían en personas que se ejercitaban con continuidad.
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