domingo, 30 de septiembre de 2012

10 tácticas (infalibles) para resultar atractivo a una mujer


10 tácticas (infalibles) para resultar atractivo a una mujer

10 tácticas (infalibles) para resultar atractivo a una mujer
Todos los secretos de la percepción femenina, explicados por la ciencia. (Corbis)
Héctor G. Barnés30/09/2012 (06:00h)
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Sé amable, sé simpático, pórtate bien y mantén buena apariencia. ¿Fácil, verdad? En realidad, no es complicado imaginar qué puede interesar a una mujer en un hombre, aunque cada una de ellas sea un mundo diferente. O, más que un mundo, un universo. Ya se sabe, una personalidad divertida, afable, entretenida o cariñosa es importante –especialmente en el largo plazo–, pero no lo es todo. Lo que muchas veces no recordamos es de qué manera nuestra percepción, nuestra genética y nuestros instintos más primarios interfieren en el camino de nuestras relaciones, en muchos casos, para facilitarlas de una manera que anteriormente no podríamos haber sospechado, en otros casos para entorpecerlas sin saber por qué.
A las mujeres les puede gustar cualquier cosa (ahí está el ejemplo de Carla Bruni yNicolas Sarkozy para corroborarlo), pero la ciencia, en su imparable labor social, ha querido orientar al género masculino sobre qué debería hacer o cómo debería comportarse para atraer a las hembras a sus redes amatorias.
–Aféitate. Cuando un joven accede a un puesto de responsabilidad por encima de lo que su edad real haría esperar, es bastante frecuente que se deje crecer una tupida barba. La razón, que el vello facial hace que los hombres parezcan mayores, más respetables, más agresivos e indica que su estatus social es mayor. ¿La contrapartida negativa? Que los hombres con barba son menos atractivos para las mujeres (a no ser que lo que busque sea un madurito interesante, claro está). Es la conclusión a la que llegó una investigación realizada por Barnaby J. Dickson y Paul L. Vasey, que señalaba que la barba envejece, a cambio de constituirse en signo de distinción social. La razón probablemente sea evolutiva, ya que como señalan los antropólogos que realizaron el estudio, la aparición (o conservación) de la barba en el ser humano podría haberse debido a una forma de selección natural intragrupal. 
Cálmate y cuenta hasta tres, serás más atractivo–Asegúrate de tener buena cara: No confundir con una cara bonita que, todo sea dicho, también ayuda. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Abertay Dundee en Escocia llegó a la conclusión de que a las mujeres, lo que de verdad les pone, es un buen sistema inmunológicoFhionna Moore, autora del estudio, señalaba que “cuantos más anticuerpos produce un hombre en respuesta a una vacuna, más atractivo es su rostro”. En realidad, es la testosterona lo que importa en este punto: cuanto más altos sean sus niveles, más fuerte será el sistema inmunológico y, por lo tanto, más bello será el rostro, señalaba la investigadora. Además, y como veremos más tarde, los hombres con más testosterona presentaban menores niveles de estrés, un factor clave.
–Muéstrate vulnerable. Los estudios de más rabiosa actualidad han puesto de manifiesto que, quizá, lo que algunas mujeres desean no es un hombre que las guíe y proteja, sino todo lo contrario: una pareja a la que puedan manipular con facilidad. Es lo que señalaba el reciente estudio realizado por la Universidad de Tennessee-Knoxville, en el que se señalaba que la biología cada vez tenía menos peso en las decisiones adoptadas por las mujeres y, por lo tanto, empezaban a preferir otro tipo de hombres, menos fuertes físicamente. ¿La razón? “Que los hombres que eran incapaces de competir físicamente con sus iguales se centraron en suministrar alimentos a sus cónyuges con el fin de comprar su afecto”.
–Pórtate mal. Aunque  parezca contradictorio con el punto anterior, siguen existiendo estudios que refrendan la idea popularmente compartida de que las mujeres prefieren a los “cabrones”. Es el caso de una investigación presentada este mismo año en la Universidad de San Antonio, en la que la autora, Kristina Durante, señalaba que no sólo las mujeres prefieren a los hombres guapos y un poco canallas para una relación a corto plazo, sino también para mantener con ellos una larga relación. En concreto, la profesora (¡de marketing!) averiguó que las mujeres que estaban pasando su semana fértil encontraban a los hombres sexys, guapos y rebeldes como los más atractivos, señal de que eran los candidatos idóneos para ser buenos padres. Lo importante, al fin y al cabo, es no pasar desapercibido.
Los atributos más viriles eran preferidos en los países menos desarrollados tecnológicamente–No te estreses. Cálmate y sigue adelante: serás más atractivo. Las razones por las que las mujeres prefieren a los hombres relajados no atiende únicamente a lo emocional (¿quién querría pasar mucho tiempo al lado de una persona que lo único que transmite son prisas e inseguridad?), sino también a lo físico. La hormona del estrés, el cortisol, es la causante de que los hombres parezcan menos atractivos a las mujeres, ya que según el estudio anteriormente citado y realizado en la Universidad de Abertay Dundee, las mujeres preferían a aquellos hombres con un menor nivel de cortisol, lo que estaría relacionado con una mejor configuración genética. Algo que se acentuaba durante la fase fértil del período menstrual. Mostrar un menor estrés, además, implica que somos más capaces de afrontar las situaciones complicadas.
–Evoluciona. ¿Es verdad aquello que se dice de que las mujeres prefieren a los hombres fornidos, valientes y aguerridos, en definitiva, el perfil del cazador prehistórico, dispuesto a traer la cena a casa cada noche? Parece ser que en realidad no es así, sino que lo que persiguen las mujeres (desde un punto de vista evolutivo) es un hombre que sea capaz de proporcionar los recursos materiales necesarios, pero que no necesariamente implican ya al irredento macho alfa. En realidad, se persigue una pareja que sea capaz de adaptarse a la sociedad en la que vive: en la nuestra, la fortaleza física ya no sería tan importante como las habilidades sociales, la inteligencia adaptativa o las competencias profesionales. Es lo que afirmaba un estudio realizado por el doctor galés Robert Brooks, que señalaba que los atributos más viriles eran preferidos en los países menos desarrollados tecnológicamente.
–Móntala en una montaña rusa. Una buena comida no es el mejor afrodisiaco, parece ser, sino vivir una situación trepidante que dispare la adrenalina de la mujer. Al menos, es lo que afirma un estudio que se publicó este mismo año en la Universidad de British Columbia. Lo que descubrieron los investigadores es que las personas solteras que acababan de bajar de una atracción de un parque temático consideraban a las personas del sexo contrario que les habían acompañado durante el viaje como mucho más atractivas que antes de hacerlo. Sin embargo, no ocurría lo mismo con las parejas ya comprometidas que se habían subido a la atracción, signo de que dar un par de vueltas en la montaña rusa puede afectar seriamente nuestro criterio.
Comer verduras embellece la pigmentación de la piel–No seas feliz. No todo iban a ser malas noticias: si te sientes profundamente insatisfecho con tu vida y dejas que esto se refleje en tus expresiones fáciles, será más fácil seducir a una mujer. Según un estudio llamado Los chicos felices terminan más tarde: el impacto de las expresiones faciales en la atracción sexual, mientras que los hombres prefieren a las mujeres más divertidas,el género femenino suele sentirse más atraído por los hombres circunspectos y melancólicos. No por su personalidad en sí, sino porque estas eran las expresiones faciales más atractivas para los mujeres. Tanto para unos como para otros, las manifestaciones de vergüenza y pena en los rostros resultaban igual de deseables sexualmente.
–Cuida tu piel (y come verduras). Aunque pocos hombres, salvo David Beckham, serían capaces de admitir en público que les gusta cuidar su cuerpo con cremas y otros ungüentos de ominoso nombre, lo cierto es que hacerlo puede resultar rentable en la relación con las mujeres. Estas prefieren las pieles brillantes y saludables, bronceadas, por encima de las pálidas y blanquecinas, una característica que anteponen incluso a otras como son la masculinidad de los rostros o la musculatura de sus potenciales partenaires. En concreto, era el toque dorado de las caras lo que las hacía irresistibles, según un estudio realizado por Ian Stephen, que descubrió que era el factor decisivo en las respuestas de sus encuestadas. “El color saludable de nuestras caras es determinado por los pigmentos de carotenoides antioxidantes que conseguimos de la fruta y de los vegetales de nuestra dieta”, señalaba el profesor del University College de Londres. Come más verduras, hombre.
–Asegúrate de que tienes ojos grandes, pómulos prominentes y un gran mentón. Salvo que la herencia genética nos haya provisto con estos atributos físicos, es complicado que podamos cambiarlos de manera natural, excepto en caso de intervención divina o después de pasar por una costosa y poco recomendada cirugía facial. Estos son las tres características físicas que resultaban más deseables por las mujeres, según un estudio publicado por el Journal of Personality and Social Psychology. En él, los autores (dos mujeres y un hombre) señalaban que estos tres elementos eran importantes para el sexo femenino porque su desarrollo está relacionado con la madurez sexual (caso de la barbilla prominente), pero también apelan a los sentimientos de protección de la mujer (lo que ocurría con los ojos grandes). Pero, ojo, sólo funcionaban en caso de ir juntos. Aquellos hombres que sean capaces de combinar las tres características serán los reyes del mambo.

domingo, 23 de septiembre de 2012

La autora, de origen judío, señalaba en su libro que las mujeres que son infieles a sus maridos –según ella, más de la mitad– pueden responder a cualquier perfil, de la abnegada madre y ama de casa a la profesional liberal que ostenta un puesto de responsabilidad.


En una escena frecuentemente recordada por los más cinéfilos de La vida manda(This Happy BreedDavid Lean, 1944), inspirada por una obra de teatro de Noel Coward, el protagonista señalaba a su hijo, a punto de casarse, que quizá en el futuro podría surgir la posibilidad de tener un affaire con otra mujer. “Si te ves enredado con otra persona, asegúrate que Phyllis no se entera. La proridad es tu mujer”. La referencia a la infidelidad matrimonial en una sociedad tan marcada por los tabúes sociales como era la británica de las primeras décadas del siglo pasado llamaba la atención precisamente por hacer explícito lo que hasta la fecha había sido implícito. Las infidelidades dentro del matrimonio han sido objeto de tabú durante décadas, ya no sólo en la sociedad británica sino en cualquier parte del mundo, y por lo general, solían corresponder al hombre (aunque no únicamente) en cuanto que era el que trabajaba fuera de casa y tenía más posibilidades de mantener otra relación. Además, los hombres se beneficiaban de una sociedad en la que la mujer adúltera era mucho más penalizada y perseguida que el hombre infiel.
Sin embargo, esta concepción está cambiando. Un reciente ensayo escrito porDiane Shader Smith aseguraba que la infidelidad femenina es una tendencia en auge y que no tiene visos de detenerse en el futuro cercano. La autora, de origen judío, señalaba en su libro que las mujeres que son infieles a sus maridos –según ella, más de la mitad– pueden responder a cualquier perfil, de la abnegada madre y ama de casa a la profesional liberal que ostenta un puesto de responsabilidad. Shader Smith presenta los testimonios de catorce mujeres diferentes para ilustrar su tesis, según la cual los motivos que conducen a las mujeres a la infidelidad son muy diversos y no sólo atienden a la necesidad de obtener otro tipo de placer.
Un 68% de las mujeres afirman que serían infieles si supiesen que no va a ser descubiertasUna de ellas, Jennifer, señalaba que su relación extramatrimonial había salvado su matrimonio, ya que estaba casada con un hombre al que quería pero que no era capaz de satisfacerla sexualmente, y por ello, su infidelidad sirvió para reforzar su autoestima. Otra, Talia, achacaba al aburrimiento su comportamiento, y María se había enamorado sin remordimientos de un “hombre guapo” que la había hecho sentir feliz. En definitiva, recordaba la autora, no todas las infidelidades conducen necesariamente a un divorcio traumático, sino que en muchas ocasiones sirven para reformular las bases del matrimonio o, incluso, proporcionarle un empujón a la relación.
Las cifras detrás de la realidad
Aunque en su obra Shader Smith señala que ya el 65% de mujeres norteamericanas no son fieles a sus maridos, los datos no son aún tan alarmantes. En la última estadística publicada al respecto, en las páginas del Journal of Marital and Family, se ponía de manifiesto que la cantidad de mujeres que reconocían haber sido infieles en su matrimonio no era superior al 14%, una cifra que aumentaba hasta el 22% en el caso de los hombres. Sin contar, claro está, con aquellos que han cometido una infidelidad y no se muestran dispuestos a confesarlo, lo que haría aumentar la estadística mucho más. En ese sentido, los datos que demuestran que más de la mitad de encuestados afirman haber sido infieles a su pareja (un 54% para ellas, un 57% para ellos) resultan especialmente significativos. ¿Qué marca la diferencia en la mayor parte de ocasiones? La posibilidad de ser pillados: aproximadamente tres de cada cuatro entrevistados (74% de los hombres, 68% de las mujeres) afirmaban que pondrían los cuernos a su pareja si supiesen a ciencia cierta que no iban a ser descubiertos, lo que sugiere que, en muchos casos, no es la convicción interna la que nos conduce a mantenernos fieles, sino el miedo a las potenciales consecuencias.
La mayor parte de mujeres infieles ya no sienten deseo hacia sus maridosEn otro, como no podía ser de otra forma, polémico libro,Michelle Langley ha detallado, a partir de su propia experiencia personal y de sus años dedicada a la terapia de pareja, lo que suele conducir a las mujeres a las infidelidad. Bajo el título de Women’s Infidelity. Living in Limbo (McCarlan), Langley defiende que la mayor partes de affaires encuentran su razón primigenia en las “distorsionadas y erróneas creencias sociales que se manejan sobre las mujeres”, y que seguirán aumentando hasta que entendamos lo que conduce al género femenino a cometer este tipo de infidelidades. De hecho, señala la autora, muchos hombres divorciados no llegan a saber de las relaciones de sus esposas que, en muchos casos, son las primeras sorprendidas de su propia infidelidad.
¿Cuáles suelen ser los pasos de este proceso? En primer lugar, lo que ocurre es una pérdida del deseo sexual, que conduce no sólo a no mantener relaciones frecuentes con sus parejas, sino directamente a evitar todo contacto sexual. Incluso, atendiendo a su experiencia, Langley señala que muchas veces las esposas destinadas a la infidelidad se sienten “violadas” por sus maridos o ven el sexo como un trabajo o una obligación más. En la siguiente fase, recuperan ese deseo perdido a través del encuentro con un nuevo amante, aunque su relación no sea más que platónica en primera instancia. ¿El resultado? Langley señala que, por lo general, se trata del nacimiento de un sentimiento de culpa que las lleva a culpar a sus maridos de su deseo por otros hombres, ya que o bien “no es capaz de darme lo que necesito”, o bien “debido a aquello que hizo no puedo sentir deseo por él”. Según este razonamiento, determinadas confrontaciones en la pareja se ocasionarían como resultado de esta autojustificación de las mujeres, que saben que no están haciendo lo en teoría correcto y necesitan explicarse a sí mismas de alguna manera que las exima de tener toda la responsabilidad.
El principio del fin
En este punto, los caminos se separan: las mujeres penetran en ese “limbo” al que Langley se refiere en el título. La mujer puede elegir entre seguir adelante con su nuevo affaire y renunciar a su pareja anterior, o todo lo contrario, recapacitar y volver a la casilla de salida. Incluso puede no hacer nada e intentar jugar con dos barajas hasta que sea posible, lo que termina mal en la mayor parte de las ocasiones. Langley señala que es “inútil” que en este punto los maridos intenten solucionar la situación comportándose de manera más generosa con sus mujeres, ya que estas son “adictas a los componentes químicos cerebrales que su nueva pareja les ayuda a liberar”, un enemigo muy difícil de combatir. En la última etapa es donde cada mujer cosecha lo que ha sembrado: Langley señala que muchas muestran remordimientos por el daño que pueden haber causado a sus esposos e hijos, pero que era más frecuente encontrar sentimientos positivos entre las mujeres que se acababan de divorciar y comenzaban una nueva relación con su amante que entre aquellas que llevaban años con su segunda pareja y que se mostraban “reacias” a expresar su opinión.
Internet ha disparado el número de ocasiones para ser infielSin embargo, ya desde los años cincuenta se ha intentado averiguar qué conduce a uno y otro sexo a no ser fieles, generalmente atendiendo a motivaciones muy diferentes dependiendo del género. Tradicionalmente se habían aducido motivos vinculados con la posición social de la mujeres, como por ejemplo, que estas necesitan reforzar su papel social a través del engaño, obtener una inyección de autoestima o jugar el papel de “chica mala” contrapuesto al de la “chica buena” que le toca desempeñar en el hogar o como venganza. Motivaciones que han sido matizadas con el paso del tiempo ya que responderían a visiones tradicionales sobre las féminas, y vinculadas a un hipotético papel secundario, relegado al del hombre.
En esa línea se encuentra un estudio publicado por David A. Ward y Wendy L. Beck en las páginas del Journal of Social Psychology, en el que se señalaba que las mujeres están menos inclinadas a la infidelidad porque han sido educadas para ello. Por esa razón, se ha considerado durante mucho tiempo que la mujer infiel no podía serlo simplemente por el puro placer, sino que su actuación implicaría un pulso al sistema impuesto. Sin embargo, cuando la sociedad  cambia y las mujeres son educadas de diferentes maneras, las preguntas han de ser a la fuerza otras diferentes. En ese sentido, la mayor libertad de las mujeres iría de la mano de una mayor disposición a las infidelidades que, de esa manera, se equipararían cada vez más a los hombres. Otras opiniones manifiestan que, en realidad, no es que las mujeres sean infieles con más frecuencia ahora que antes, sino que simplemente ahora salen a la luz un mayor número de estos casos. Por su parte, Ian Kerner, un periodista de The New York Times especializado en relaciones personales, añadía que internet ha disparado el número de posibilidades de que una mujer sea infiel, ya que es un canal ideal para recibir todo tipo de proposiciones indecentes con muy poco riesgo de ser descubiertas. Los tiempos parecen estar cambiando en una dirección que no parece deparar noticias muy positivas para el género masculino.

Consejos para atraer a ellas


Cinco consejos sexuales para los hombres sobre las mujeres

Cómo despertar su interés y mantener a su regreso por más

Le pedí a mi marido lo que los hombres les gustaría escuchar. Él respondió que los hombres querían saber el truco sujetador y, probablemente, la forma de despertar su interés y cómo hacer que sea bueno para ella, que quería a alguien con un manual para compartir los secretos importantes. He aquí cinco consejos para ayudarle.
1. Romance abre su corazón y, finalmente, las piernas .
Cuando se piensa en una fiesta de Acción de Gracias, es probable pensar en delatar la piel del pavo fresco justo al lado del ave hacia fuera del horno, cremoso puré de papas con salsa de goteo, pastel de calabaza delicioso picante montículos con crema batida y comer tanto hay que aflojar el cinturón.
Es probable que su esposa ya ha comenzado a planificar ese menú delicioso. A ella le gusta comer, también. Pero está también pensando en su lista de invitados - cómo mantener la tía Suzie domine pobre sobrino Allen. Ella está pensando en que la mujer solo se puede invitar a la mesa cada vez que pueden hacer a la altura de su hermano solo. Catálogos de Pottery Barn se vierte sobre como planea sus propios ajustes de la tabla. Pieza central de este año será el plato fuerte. Las velas han hecho ya la lista de la compra para que todo sea perfecto. 

Encontrar un terapeuta

Busque un profesional de salud mental cerca de usted.
Mi punto es que mientras que usted puede estar pensando en comer, su esposa está pensando todo el ritual del día, el romance de la recolección de conexión, la belleza y la luz. Ya lo ha escuchado un millón de veces: ser romántico. Es un consejo cansado. Cansado pero cierto. Pero no sé por qué alguien se molestaría con los adornos cuando hay una fiesta por delante, no te importa si es en China o en un plato de papel.
Las mujeres les gusta sentirse profundamente conectados antes de encender sexualmente. El entorno, la acumulación, la relación de todos trabajemos juntos para hacer de este momento trabajo para ella. Estas cosas son importantes para ella.
Las mujeres se quejan a mí en terapia que nunca a sus maridos llaman cuando estás en el trabajo. Bien, yo les digo que yo lo defienda. Esto se debe a que está pensando en el trabajo. Hombres compartimentar a la tarea en cuestión. Las mujeres piensan más como los enlaces de la web todo a todo. Esto va en contra de nosotros cuando la tarea es sexo y no podemos dejar de lado las preocupaciones del día. Compartimentar trabaja para usted cuando se trata de sexo, ya que puede concentrarse y disfrutar, pero trabaja en su contra cuando se trata de proporcionar un poco de previsión al momento.
Flores sentado en el mostrador proporcionar constancia relacional para una mujer. Constancia del objeto es un hito en el desarrollo. Cuando se oculta la pelota detrás de su espalda y su bebé recuerda y trata de encontrar, sino que ha logrado la constancia del objeto. Se acuerda de la pelota cuando desaparece. Constancia de relación significa que se sientan seguros incluso si nuestra pareja está ausente o preocupado.Regalos y flores son como objetos transicionales de pie en su presencia.Usted va a trabajar, viajar, ponerse a trabajar, y ella recuerda que todavía la ama. "Él piensa en mí cuando está lejos de mí." Se consiguen puntos cuando no estás ahí. Romance demuestra premeditación.  
El romance es como el ejercicio. Si sales a correr en la mañana, no significa que usted no tendrá un ataque al corazón la noche. Romance no significa: Te traje flores, por lo que debería obtener sexo esta noche.El ejercicio crea un cuerpo sano. Romance crea un telón de fondo romántico sano para la capacidad de respuesta de una mujer. Es una cuestión táctica, práctica que puede hacer que se suma a sus sentimientos de conexión.
2. Personalice la pregunta.
Hazlo por ella, no por estar en celo. Olvídese de la protuberancia y la copa. Si a ella le gusta que la toquen, comience genérico. En cuanto a las sugerencias verbales, "¿Quieres tener sexo?" Deja a las mujeres en frío. "Mmmm", piensan, "no quiero tener sexo ... uh, no." Es la pregunta equivocada. Si el hecho, la iniciación no debe ser una pregunta, debe ser una declaración de lo que quieres.

Mírelo a los ojos. Dile que es bella.Dile que quieres hacer el amor conella . Es mucho más personal que, "¿qué pasa esta noche?" O "¿estás de humor?" O "¿Quieres hacerlo?" Las mujeres pueden pensar que todos los hombres quieren es sexo. Demuéstrele que lo único que quieres es ella. Ser vulnerable en vez de indiferencia.
Tal vez esto se parece como tres pies al gato. ¿Crees que debería saber que la quieres. Al parecer, no importa lo que hagas, los resultados de iniciación en la misma respuesta: no. Pero todas las cosas tienen que trabajar juntos. Usted no sólo puede concentrarse en el cambio de su swing de golf. También has de tener el puño derecho y mantener el ojo en la bola. Calcular referencias de todos estos consejos sexuales para un esfuerzo coordinado. Piense acerca de la creación de un clima versos de un evento.

3. Estará al venir (o subir) la montaña cuando venga.
Desde un comienzo muerto (es decir, sexo entre semana), las mujeres toman unos 40 minutos en llegar a la cima sexualmente. Se toman unos 20 minutos de caricias muy general para cambiar dedispuestos a tener relaciones sexuales a querer tener relaciones sexuales. Entonces, toman otros 20 minutos de estimulación genital para llegar a orgasmo . Si su prisa, se llegará a la conclusión que no es su noche y le dice que siga adelante. Por lo general, esto es poco satisfactorio para los hombres porque quieren un socio responsable.Casi todas las mujeres que he hablado piensa que lleva demasiado tiempo. En comparación con los que se toma un tiempo muy largo.
Su financiación hormonal de testosterona , una hormona en hombres y mujeres que gobierna deseo para el sexo fisiológico, puede ser tan bajo como 100 años de la tuya. Piense en el levantamiento de pesas con y sin esteroides. Usted puede hacer todo lo que su amigo se enrosca para curl, pero si está tomando esteroides su tasa de construcción va a ser mucho mayor. Niveles normales de testosterona de un hombre son 300-1.000 ng / dl de suero sanguíneo.  Los padres de las adolescentes tienen miedo del nivel de 1000, y en 300, un chico menudo busca a un terapeuta sexual para el bajo deseo. En 300, él no tendrá erecciones matutinas, le cuesta incluso con Viagra, se piensa en el sexo una vez a la semana, y si él tiene una pelea con su esposa que no lo quieren. Nivel de testosterona de una mujer es de aproximadamente 70 ng / dl cuando ella tiene 18 años y que la mitad cuando ella es 40, si tiene suerte. Su experiencia en su cuerpo es muy diferente que la experiencia. Si bien podemos procesar la testosterona de manera diferente y también hay medidas que son aún más sensibles, esta es la razón principal por la que anhelan el sexo y ella no lo hace. A ella le gusta, ella lo necesita, pero ella sólo sabe que una vez que ella lo está teniendo. La testosterona también gobierna su ritmo de excitación.

4. Proponer nuevas técnicas, posiciones y fantasías cuando está a medio camino de la montaña.
Si eres un acosador sexual, te gustaría mejorar las cosas. Usted probablemente tiene ideas fantásticas acerca de cómo darle vida sexual. Y de lo que has sido derribado una vez o dos (o cien). El mejor momento para sugerir algo nuevo no está en la casa en coche pero después de que ella está muy excitada. En ese momento, su modestia es menor, la inhibición se ha reducido, y ella es la más abierta a la sugestión.
Usted puede ayudar no como teniendo señorío sobre ella en la mañana interrogar. No digas: "Wow, yo sabía que realmente me gustaría x si alguna vez podría hablar en él. "En cambio, ser tranquilizador. Diga: "Ha sido fantástico anoche." Deja los detalles hasta la próxima vez que la mitad de la montaña. Por alguna razón, algunas mujeres experimentanvergüenza cuando su experimentación vulnerable si vuelven a contar.Usted sería sabio para hacerla hablar de ello sólo cuando está excitado.
Las mujeres suelen ser socializados para ser los frenos, no el motor, de deseo sexual. 1 Mis clientas me dicen a menudo acerca de las ideas de sus cónyuges. Muchas de sus ideas son actos, posiciones o fantasías sobre cosas que ellos estarían dispuestos a intentarlo. Por desgracia, tienen miedo de que una cosa puede llevar a otra de significado de una desviación de la norma podría dar lugar a desviaciones.
Asegúrele de sus propias fronteras para que se relaje. Si usted quiere decirle a sus fantasías, pero saben que siempre permanecerá en la fantasía solamente (es decir, son cosas que nunca harías)-lo dice. Si usted sabe que tiene fantasías que nunca consentiría, demuestran que la conoce y dice eso. Dile que respetuosamente presentar las ideas para la exploración en la fantasía solamente. La excepción a mi consejo anterior: no empuje contra la sensibilidad conocidos o morales puntos de vista en un momento en que está despierta. Ella va a dejar de confiar a bajar la guardia y excitarse con usted. Esas discusiones deben tener lugar fuera del dormitorio.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Somos muy diferentes y tenemos que ser conscientes de tanta diferencia

Entre cada persona existe un abismo un mundo de diferencias.
Y siendo esto cierto que somos tan diferentes.
Debieramos de reflexionar sobre estas diferencias.
Esto nos ayudara a entender a las demás personas.

'Todo lo que siempre quiso saber sobre hombres y mujeres'.

La editorial Amat tiene la cortesía de hacerme llegar el nuevo libro de esa pareja artística y sentimental formada por Allen y Barbara Pease, que se han hecho de oro con su serie de libros sobre hombres, mujeres, relaciones y sexo. El último se titula 'Todo lo que siempre quiso saber sobre hombres y mujeres'. Sugerente, ¿eh? También lo son sus otras obras 'Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor''Por qué los hombres mienten y las mujeres lloran' 'Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas'.

Conocí a los Pease gracias a mi amigo Carlos, que hace un tiempo me habló de sus teorías y, la verdad, me parecieron interesantísimas porque despejaban muchas dudas que yo, como tantas mujeres, tenía acerca del comportamiento masculino, que hasta entonces me parecía básicamente desesperante e incomprensible. 

Los libros de los Pease están sembrados de sentido del humor y afirmaciones políticamente muy incorrectas pero que, aseguran, están basadas en rigurosos estudios científicos y exhaustivas encuestas internacionales. Resumiendo mucho sus tesis, la conclusión es que hombres y mujeres buscamos cosas muy definidas en una pareja. Y también muy diferentes. Básicamente, ellos se fijan en el físico de las mujeres, y ellas en la cuenta corriente de los hombres. Por eso decía lo de políticamente incorrecto...

Pero todo tiene su explicación. La raza humana, dicen, no ha cambiado tanto desde los tiempos de las cavernas. Así que los hombres están programados de serie para buscar una mujer joven y sana que pueda perpetuar sus genes. Y las mujeres buscan instintivamente un hombre que tenga recursos y pueda protegerlas durante el embarazo, cuidar de ellas y su prole. 

La verdad es que al leer afirmaciones como estas, algo se remueve por dentro. ¿Con todo lo que hemos avanzado, las cosas siguen así? Pues sí, evidentemente hemos evolucionado y, además, cada persona es un mundo y actúa según sus circunstancias. Pero lo que dicen los Pease es que existen unas motivaciones inconscientes, unos instintos básicos colectivos, un “software preinstalado” que a menudo determina nuestra conducta sin que entendamos por qué. Y que, precisamente, el hecho de ignorar estos deseos y necesidades tan primarios es lo que genera tanta incomprensión mutua, lucha de sexos y contradicciones personales. Me parece muy interesante... y acertado. 

Claro que luego, en la práctica, dos y dos no siempre suman cuatro, que los seres humanos cambiamos y que las mujeres de hoy en día tienen poco que ver con las de hace solo dos generaciones... pero esa es otra historia.

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martes, 18 de septiembre de 2012

Necesitan las mujeres Equilibrio Emocional


“Las mujeres jóvenes admiran a las cuarentañeras e incluso las envidian”

“Las mujeres jóvenes admiran a las cuarentañeras e incluso las envidian”
Naomi Wolf, en 2004, posando en una calle de Nueva York. (Corbis)
Miguel Ayuso19/09/2012  (06:00h)
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“Hoy en día, la noción de que los ideales de belleza son una construcción social, manipulada por los anunciantes y comercializada con ánimo de lucro, es una convención, no un argumento minoritario”. Así de optimista se muestra la feministaNaomi Wolf (San Francisco, 1962) respecto al calado de sus ideas en un artículo que ha escrito para el rotativo británico The Sunday Times del pasado domingo. Wolf, que hoy cuenta 49 primaveras, se dio a conocer en todo el mundo en 1991 con su libro El mito de la belleza (Salamandra). En él defendía que, conforme la mujer había ganado prominencia social y espacio en la esfera pública, los estándares de belleza física se habían hecho más exigentes, conduciendo a un peligroso aumento de los desórdenes alimenticios y las operaciones de cirugía estética.
Veinte años después, Wolf, que se convirtió tras la publicación de El mito de la belleza en una de las principales voces de lo que se conoce como “la tercera ola” del movimiento feminista, asegura haber superado su miedo a envejecer. En su opinión, pese a que las amenazas a la mujer que identificaba en su exitoso ensayo no sólo no han remitido, sino que en muchos casos han crecido, cada vez más mujeres están decididas a revertir la tendencia: “Hoy la retórica de la imagen se centra en estar lo más sano posible, independientemente de lo que se pese”.
Muchas mujeres están llegando a los 40 sintiéndose tan bien como en la universidad y siendo más atractivas que entoncesLa escritora explica en el artículo que, pese a haber luchado siempre en contra del mito de la belleza, le quedaba la duda de cómo iba a enfrentarse a su propio envejecimiento. Finalmente, cuenta, no ha experimentado ni un ápice de dolor en la perdida de juventud. Y cree que tampoco lo han experimentado todas las mujeres a las que admira. En su opinión, las mujeres de mediana edad ya no ven a las más jóvenes como rivales, sino como discípulas y, “gracias a los avances en la salud y la sensibilización sobre el bienestar”, muchas mujeres están llegando a los 40 sintiéndose tan bien como en la universidad, y siendo más atractivas que entonces.  Esto, según explica Wolf en el ST, tiene efectos también sobre las jóvenes. “No veo a las mujeres jóvenes mirando a las mujeres talentosas de cuarenta años con lástima o desprecio: veo cómo las admiran e, incluso, les tienen envidia”.
Una revelación vaginal
Wolf, acaba de publicar un nuevo libro, Vagina: A New Biography, en el que mezcla experiencias personales con sus nuevos pensamientos acerca del órgano genital femenino. Pese a estar mejor que nunca, sentirse deseada, tener éxito y contar con un nuevo amor, Wolf tuvo que pasar por una experiencia que le hizo replantearse ciertas cosas. Tal como explica en su nuevo libro, de un día para otro, la calidad de sus orgasmos decayó. De estar “llenos de luz y color” pasaron a ser algo “apagado y sin vida”. Wolf decidió ir al médico. El origen de la ausencia de placer, tal como ella sospechaba era un problema físico, no psíquico. El médico le diagnostico una tipo leve de espina bífida. Su espina dorsal no estaba correctamente alineada y estaba aplastando una rama del nervio pélvico.
La vagina y el cerebro son esencialmente una sola red, un solo sistemaTodo esto, tal como cuenta Wolf en el libro, fue una revelación: “¿Esto es lo que diferencia a los orgasmos vaginales de los de clítoris? ¿La conexión neuronal? ¿No la cultura, ni la crianza, ni el patriarcado, ni el feminismo, ni FreudNunca había leído que la mejor manera de alcanzar un orgasmo, como mujer, tenía tanto que ver con las conexiones neuronales”. Ahora la escritora lo tiene claro: “La vagina y el cerebro son esencialmente una sola red, un solo sistema”. Y esto no es baladí, pues la reconocida feminista está desafiando a toda la anterior corriente feminista, de los primeros 70.
La mujer necesita tener relaciones sexuales satisfactorias
En el libro Wolf mezcla determinados hallazgos científicos con teorías que rozan lo místico. En su opinión, la conexión cerebro-vagina tiene un componente emocional e, incluso, espiritual. De vuelta al feminismo, tal como explica la escritora, existe una epidemia de insatisfacción sexual femenina, que tiene que ver, precisamente, con un desconocimiento profundo sobre su órgano genital y la importancia del mismo. Su tesis final, que ha sido atacada por la mayoría de los columnistas de la prensa anglosajona (mujeres, en su mayoría), por su aspecto reaccionario: las mujeres solo pueden aprovechar su creatividad cuanto están inmersas en una relación sexual satisfactoria.
El libro de Wolf pertenece claramente al mismo reino de la imaginación erótica que 'Cinco sombras de Grey'El nuevo libro de Wolf ha provocado todo tipo de reacciones en la red y cuesta encontrar alguna positiva. Kaitie Roiphie,conocida columnista del New York Times, Vogue y Slate,donde ha publicado su crítica de Vagina, ha sido quizás la más dura. En su opinión, Wolf se parodia a sí misma en su nuevo libro, y deja más claro que nunca lo que en realidad ha sido siempre, “una criatura de la fantasía pública, un reflejo de nuestro deseo por ser víctimas atractivas, abiertas al reduccionismo, en busca de respuestas fáciles con una narrativa sencilla”.
Al fin y al cabo, como apunta Ariel Ley en The New Yorker, las ideas de Wolf están de moda. Según el columnista, el paralelismo entre Vagina y Cincuenta sombras de Grey ­–la novela erótica que está arrasando entre las mujeres de la edad de Wolf– es evidente: “El libro de Wolf pertenece claramente al mismo reino de la imaginación erótica. La escritora ha encontrado una amante a la que debemos complacer, servir y dar honores. Hay una nueva dominatrix en la ciudad. Y su nombre es Vagina”.