lunes, 28 de mayo de 2012

Ofrecen servicios sexuales para mantener un elevado tren de vida y lo hacen sin remordimientos. Son estudiantes que han elegido libremente llevar una doble vida. Una decisión que puede marcarlas irremediablemente.

Recibe 40 llamadas telefónicas al día, de lunes a viernes. De ellas, dos culminan en citas que acaban entre sus sábanas. Encuentros de media hora por los que cobra 70 euros. Dice que sabe lo que hace. Le gusta y, además, que le permite llevar una vida independiente. Hablamos de una prostituta madrileña que cumplió 18 años en julio del año pasado. Fue en ese momento cuando decidió hacerse puta. Y no le molesta el calificativo: "Es lo que soy", afirma. Dos meses después de introducirse en este furtivo mundo comenzó su carrera universitaria. Prefiere no especificar cuál, pero apunta que de la rama de Derecho. Desde entonces lleva una doble vida. Esta joven atiende en la Red al nombre de Diana Le Blanc: "Universitaria. Tengo 18 añitos y recibo en mi piso privado de Diego de León (Madrid)... Ven a conocerme y seguro que repites", reclama en una página de anuncios. 

Diana afirma que más que para pagarse los estudios "es para vivir bien". "Con el plan Bolonia –añade– o estudias o trabajas. Las clases son presenciales y si me meto en un supermercado o en una tienda de ropa, tendría que faltar. Además, trabajaría ocho horas por 900 euros al mes. Con el sexo gano 1.200 en menos de dos semanas y así soy mi propia jefa. No me compensa otra cosa. Me saco en medio mes lo que me cuesta un año de carrera".

Su aspecto no denota opulencia ni, por supuesto, que se dedica a la prostitución. Viste jeans y camiseta oscura ancha. Desprende un perfume agradable. "Escada. Por supuesto no la utilizo con los hombres. No hay que dejar rastros", confía mientras sorbe un café con leche en una cafetería cercana a su centro de encuentros.

Un plazo establecido

Piensa dedicarse al oficio más antiguo del mundo dos años más. Lo tiene claro, o eso dice: "En tercero de carrera me iré de Erasmus. En cuarto voy a vivir del cuento con los ahorros de todo este tiempo". 

Silvia Silvido, como se hace llamar en la Red y en las películas pornográficas que protagoniza, también se pone plazo para dejar ambas cosas: tres años. Para entonces ya tendrá 30 y esta psicopedagoga habrá terminado su formación universitaria en Filología Inglesa; incluso habrá finiquitado la hipoteca de su casa en Las Rozas, por la que paga 1.800 euros al mes.

Su silueta extremadamente delgada y alta y su pelo rubio platino son sus principales reclamos, además de la palabra "universitaria". "Muchas la utilizan para conseguir más clientes", explica. Basta con realizar varias llamadas para comprobarlo.

Silvia lleva siete años ofreciendo su cuerpo en grado escort –alta categoría–. "Esto me permite una formación que no podría tener con otro trabajo normal: viajar por el mundo, estudiar idiomas y acudir a las clases de la universidad. Quien diga que es para pagarse la carrera es mentira. Da para mucho más". Silvia maneja cuatro idiomas: inglés, francés, alemán e italiano. 

La parte ciega

Los especialistas en psicología y las mujeres que han pasado por este mundo muestran aquello de lo que no hablan estas profesionales del sexo. "Es la cultura del mínimo esfuerzo, lo que los padres hemos inculcado a nuestros hijos", opina Mara Cuadrado, psicóloga clínica especialista en adolescentes. En los dos últimos años ha atendido a tres jóvenes (dos de ellas, menores) que voluntariamente ejercían la prostitución de alto standing esporádicamente. "El único móvil es tener dinero y para conseguirlo no les importaba tener sexo con desconocidos. Les permite vivir por encima de las posibilidades de cualquier chica de su edad, con lo que ello conlleva: liderazgo, ir a la moda con ropa cara, tener tecnología puntera...". Para esta especialista, el problema reside en que no se dan cuenta de dónde se están metiendo ni los problemas que puede conllevar. "A veces la causa es la comodidad. Hay jóvenes que prefieren dedicarse a la prostitución antes que trabajar en una cocina o en limpieza. En el ámbito universitario, muy tecnificado, internet puede jugar un papel facilitador", considera Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid.

Tren de vida adictivo

Según describen los especialistas, el perfil de joven que contempla este oficio como fuente de ingresos es el de chicas que quieren encontrar sensaciones distintas y nuevas, les gusta el riesgo, el lujo y destacar por encima de las de su edad. Lo complicado es salir de ese mundoy bajarse de ese tren de vida. En la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp) y la Asociación de Mujeres de la Noche Buscando el Día (Amunod) comparten esta opinión. Una de las responsables de Apramp explica que han atendido pocos casos de universitarias que se dedicasen a la prostitución. Las que atendían a este perfil "nos pedían atención psicológica porque se sentían vacías y no encontraban el sentido de por qué seguían haciéndolo".

Mónica Galdós, mediadora laboral de la asociación Amunod, apunta, por su experiencia, que es muy posible que algunas no salgan de ello. "El alto standing tiene una franja de edad. A partir de los 30 bajas la categoría. Muchas acaban en una whiskería si no salen a tiempo, o en casas de citas, o en las calles. Tenemos casos como estos".

María (nombre ficticio) fue prostituta de forma voluntaria durante 20 años. Lo dejó hace seis y ahora ha vuelto a caer después de que la despidieran de un trabajo "normal". "Ponerse un plazo con esto es imposible. Quieres comprarte muchas cosas. Al final, es una enfermedad. Estás enganchada y hay que añadirle que es muy fácil pasar al mundo de las drogas porque los clientes te incitan a que lo hagas", relata. Pero tanto Silvia como Diana niegan que hayan entrado en ese círculo. "Para hacer este trabajo hay que saber fingir y engañar. Igual que haces creer al cliente que estás llegando al clímax, simulas que te estás metiendo una raya", coinciden las dos.

¿Y cómo se entra? "Todo comenzó en juego de rol de internet con 15 años –cuenta Diana–. En él interpretaba un papel de prostituta y me hacía llamar Diana Le Blanc. Solo escribía. Era algo virtual. Quizás eso y la serie de televisión "700 euros. Diario secreto de una call girl" [donde la protagonista se introduce en el mundo de la prostitución de lujo para ganar dinero] influyeron en que diera el paso". La primera toma de contacto de esta joven, que oculta su rostro para las fotos, con el sexo de pago llegó con una casa de citas de Madrid. "Me pagaban 1.200 euros mensuales, llegase al número de clientes que llegase. A las 12 de la mañana había que estar en pie y a las dos de la madrugada una se iba a dormir. De lunes a viernes, interna en el piso. Estuve tres días. No me gustó el ambiente, aunque te trataban muy bien. Y llegué a la conclusión de que podía sacar más dinero por mi cuenta". Fue así como decidió hacerse sus fotos y colgar varios anuncios en la Red. Su negocio ahora va como la seda.

Sin embargo, la entrada de Silvia en la prostitución fue muy distinta. Tenía 18 años cuando comenzó a bailar en una barra en Inglaterra. Era un show erótico sin nada de sexo. "Unos clientes me dijeron que podía hacerlo igual pero acostándome con hombres. Al principio me enfadé, pero me lo pensé mejor y comencé en este mundo". Desde el principio ha sido independiente, nunca le ha rendido cuentas a nadie

Para Diana, lo peor de su trabajo es la mentira y la doble vida. "Cuando salgo con mis amigas el fin de semana soy otra. No puedo contárselo a nadie. Tampoco justificar nada, ni siquiera meter el dinero en el banco. Eso sí, no me influye para el estudio. Lo que no me interesa recordar, lo olvido. Soy fría". Esta duplicidad se refleja en las dos casas que tiene en Madrid. La vivienda donde cita a sus clientes está en Diego de León. Por ella paga 200 euros a la semana. Otras dos chicas, también prostitutas, abonan el mismo precio por otras dos habitaciones. De lunes a viernes duerme en la Plaza Elíptica, compartiendo piso con un compañero que no sospecha de su otra cara. El beneficio mensual que obtiene por el sexo de pago son 3.500 euros, restándole 1.400 de gastos fijos. "Todo el dinero que se mueve es negro, tanto en las casas de citas como lo que nos llevamos nosotras", detalla.

Silvia, por el contrario, no oculta su negocio ni a la familia, ni a los amigos, ni a sus compañeros de clase. Más de un disgusto se ha llevado por ello, sobre todo en la universidad, donde han intentado chantajearla para obtener sexo gratis. "No lo han conseguido", asegura. Su familia estuvo sin hablarle un año. "Cuando vieron que me sacaba los estudios, el trato fue normal, y así continúa, aunque no les gusta. Mi madre dice a otras personas que soy modelo para una revista de moda", sonríe mientras lo cuenta.

Por el contrario, Silvia vive con su novio, que es actor porno, desde hace cinco años en su casa de Las Rozas. Allí ya no lleva a nadie para mantener encuentros. "Te roban cosas de casa en plan fetiche", explica. Esta mujer, que se define como egoísta y materialista, suele tener dos citas al día. Cobra 100 euros la media hora; de 200 para arriba a partir de ahí. Eso más las generosas propinas, superiores a 100 euros, y regalos que le dejan los clientes. Cuando realiza algún viaje fuera puede alcanzar hasta los 3.000 euros. Además, sabe sacar beneficio a las redes sociales. Suele obtener 6.000 euros mensuales limpios. "También tengo muchos gastos: peluquería, uñas, lencería, ropa, coche. Se gana mucho, pero hay que mantenerse", expresa.

Enfrentarse al futuro

De cara al día de mañana, tanto una como otra se preguntan si les quedarán secuelas psicológicas. María, la exprostituta que ha vuelto al oficio, asegura que sí. Silvia, por su parte, dice que le preocupa la posibilidad de arrepentirse, pero al mismo tiempo afirma que lo haría de nuevo si pudiera volver atrás en el tiempo. Diana prefiere quitarle hierro: "No creo que me afecte en un futuro. Al revés, se aprende mucho acerca del trato de las personas. Aprendes a vivir sola. Dependo de mí para todo. Quizás cuando tenga 50 años piense "¿qué he hecho?", pero ahora no tengo esa mentalidad”.

El psicólogo Valentín Martínez-Otero menciona entre los problemas psicológicos más frecuentes "sentimientos de culpa y vergüenza, baja autoestima, depresión, trastornos de ansiedad, evasión a través de drogas o alcohol... muchos de estos negativos efectos pueden verse agravados por llevar una doble vida, con ocultación a la familia, de la que se pueden alejar". Depende de cada caso, de la personalidad de la joven, de su historia emocional y de las circunstancias en que haya ejercido. Pero lo cierto es que su beneficio inmediato, al final, tiene un precio.

lunes, 21 de mayo de 2012

Las ventajas de la sexualidad


Estudios científicos muestran que el semen actúa como una droga psicoactiva en el cuerpo de las mujeres, mejorando su estado de ánimo y sus habilidades cognitivas; las bondades del semen parecen estar relacionadas con ventajas evolutivas

Pijamasurf.com  ha publicado que “La vida parece ser dueña de una inteligencia secreta que despliega sutilmente para asegurar su existencia y evolución hacia una mayor complejidad. Una forma de hacer esto en los seres humanos es haciendo del semen una especie de droga psicoactiva, cuyos efectos benéficos hacen que las mujeres sientan la necesidad de recibir esta semilla de luz líquida (en cierta forma hacerlas adictas a la vida, a generar vida, a través de esta sustancia y del estrecho vínculo que provoca). Aunque a primera vista esto podría parecer como un hiperbólico canto falocrático a las virtudes del semen, la realidad científica es que el semen actúa como una droga psicoactiva en el cuerpo de las mujeres.
El descubrimiento de que el semen actúa como un antidepresivo natural se debe al Dr. Gordon Gallup y a la Dra. Rebecca Burch  de la Universidad Estatal de Nueva York. Gallup se topó en los años 90 con el intrigante dato de que a diferencia de las mujeres heterosexuales sexualmente activas viviendo juntas, lesbianas sexualmente involucradas no exhibían el famoso “efecto McClintok”, en el que se sincronizan los ciclos menstruales de mujeres que cohabitan el mismo espacio (al igual que hembras de otras especies). Ya que se sabe que las señales olfatorias o feromonas median la sincronía menstrual.
Ante este fenómeno, Gallup y su colega se preguntaron: “Ya que se espera que las lesbianas estén en una relación más cerca e íntima cotidianamente que otras mujeres que viven juntas, ¿qué es lo que ocurre en las mujeres heterosexuales que promueve la sincronía menstrual o qué es lo que ocurre en las lesbianas que impide la sincronía menstrual?  Se nos ocurrió que una característica que distingue a las mujeres heterosexuales de las lesbianas es la presencia de semen en las vías reproductivas femeninas. Las lesbianas tienen sexo libre de semen”.
Gallup y Burch dedujeron entonces que ciertos químicos en el semen humano afectan la biología femenina a través de la absorción vaginal, de forma tal que las mujeres que tienen sexo sin condón literalmente huelen diferente que las mujeres que no tienen sexo sin condón, o al menos sus cuerpos emiten feromonas que empalman los ciclos menstruales de mujeres cohabitantes.
Como apunta Jesse Bering en el sitio de la revista Scientific America , los médicos saben desde hace mucho que la vagina es una ruta ideal para la administración de drogas. Esto debido a que la vagina está rodeada de una red vascular: arterias, vasos sanguíneos, vasos linfáticos y, a diferencia de otras rutas de administración de drogas o medicamentos, los químicos que se absorben vía vaginal tienen una línea casi directa con el sistema circulatorio periférico.
Ya que el semen contiene más de 50 sustancias químicas, hace sentido que al ser insertado en la vagina haga efecto en la biología femenina. El complicado perfil químico del semen incluye una serie de hormonas, neurotransmisores, endorfinas e inmunosupresores, cada uno con una función específica y ocurriendo en diferentes concentraciones dentro del plasma seminal. Dentro del cóctel químico (o alquímico, según se vea) del semen se encuentran varios compuestos que afectan el estado de ánimo, incluyendo, cortisol (incrementa el afecto), estrona (eleva el estado de ánimo), prolacitina (funciona como un antidepresivo natural),  oxitocina (eleva el estado de ánimo y genera un sentimiento de apego; se le conoce como “la hormona del amor”), hormona liberadora de tirotropina (también un antidepresivo natural), melatonina (hormona que  regula el sueño), y hasta serotonina (el neurotransmisor antidepresivo más conocido)”. Esto según lo publicado por www.pijamasurf.com  Leer más… 

jueves, 17 de mayo de 2012

Los Motivos para Estudiar


El Premio El Reconocimiento La palabra amable El elogio El poder participar El reconocimiento de los padres El reconocimiento de la madre El disfrutar de la escuela No dejes a nadie que te diga que no puedes Creas un signo de Identidad Éxito Reconocimiento de profesores

Los Amores de García Lorca


Juan Ramírez de Lucas (Albacete, 1917-Madrid, 2010), periodista y crítico de arte, no quiso llevarse a la tumba su secreto. Guardó silencio durante más de 70 años, con todos los recuerdos (dibujos, cartas, un poema, su diario…) de su tragedia sentimental ocultos en una caja de madera. Sin embargo, antes de fallecer, entregó a una de sus hermanas su legado para que se hiciera público. Pese al férreo silencio que mantuvo en vida, apoyado por los propios amigos de la pareja que respetaron su intimidad, Ramírez de Lucas no quiso que la memoria de su gran amor de juventud, el poeta Federico García Lorca, se perdiera para siempre. La pareja se conoció en el convulso Madrid republicano, donde mantuvieron su idilio de espaldas a sus familias, una de ideas muy conservadoras y otra socialista pero con sentimientos cercanos en cuanto a la homosexualidad. Culto y muy atractivo, Ramírez de Lucas soñaba con ser actor y Lorca prometió llevarlo por los teatros del mundo. Locamente enamorados decidieron escapar juntos a México. La situación de Lorca en Madrid, convertido ya en un autor de éxito en medio mundo y una de las figuras más odiadas por los grupos violentos de derechas, se hacía más peligrosa por momentos. Sus amigos le advirtieron del peligro que corría, pero el poeta no quería viajar solo. La pareja se despidió, el mes de julio de 1936, en la estación de Atocha. Ramírez de Lucas, que apenas contaba 19 años, iba camino de Albacete, buscando el permiso familiar (la mayoría de edad era a los 21) para poder marcharse a América con el poeta. Lorca subió al tren rumbo a Granada para despedirse de sus padres antes de partir para México. La vuelta a escena de Ramírez de Lucas ha sido saludada por los expertos lorquianos, dada la importancia histórica que supone que afloren nuevos documentos que ayuden a comprender mejor la historia. Laura García Lorca, sobrina del poeta, que conocía la existencia de la carta, aseguró que podría tratarse de “material de enorme interés para el archivo de la Fundación Lorca”. Una novela de Manuel Francisco Reina, Los amores oscuros, que Temas de Hoy publica el 22 de mayo, recupera la relación de ambos. Los herederos de Ramírez de Lucas, que negocian con una editorial la posible publicación del diario y otros documentos, no quisieron aportar ningún dato a este diario, alegando problemas de herencia y de criterios sobre el destino del legado. A estas alturas del siglo XXI sobra contar que los planes de la pareja no pudieron salir peor. Como sospechaba Ramírez de Lucas su padre puso el grito en el cielo y amenazó con poner el asunto en manos de la Guardia Civil si intentaba salir de Albacete sin su autorización. Lo había mandado a Madrid para estudiar administración pública y, pese a los buenos resultados escolares, había defraudado su confianza. Su vida paralela como actor en el Club Teatral Anfistora, creado por Pura Ucelay para estrenar, entre otras, las obras de Lorca, no encajaba para nada en sus planes, y menos aún su relación sentimental con un poeta homosexual. Trató de intermediar a su favor Otoniel, el mayor de sus 10 hermanos, miembro de las Juventudes Socialistas y el único que conocía su doble vida, pero fue en vano. Simultáneamente, desde la Huerta de San Vicente en Granada, Lorca telefoneaba animándole a que fuera paciente y comprendiera a su familia. Pensaba que se impondría la razón y acabarían entendiéndolo. Llegó una carta, fechada en Granada el 18 de julio, pero ahí perdió su rastro. El arresto de Lorca, en casa de la familia Rosales, y su fusilamiento no fueron conocidos en los primeros momentos en la confusión de la guerra. El asesinato del poeta dejó a Ramírez conmocionado. Su sentimiento de culpa no hizo sino aumentar con el paso de los años. Tras su paso por la División Azul para limpiar su pasado, Ramírez de Lucas regresó a Madrid y rehizo su vida. Solo Agustín Penón, el escritor que viajó a Granada para investigar la muerte de Lorca en 1955, descubrió la relación y dejó constancia de ello en sus anotaciones, que posteriormente serían publicadas, en primera instancia, por Ian Gibson y después recogidas también en la edición que Marta Osorio realizó de la maleta de Penón. Se trataba en ambos casos de unas pocas líneas perdidas entre cientos de páginas, algo que alentó el propio amante de Lorca al no contestar a los requerimientos de ninguno de los estudiosos. Perdido en el anonimato que ofrece una gran ciudad, recurrió al poeta Luis Rosales, gran amigo de Lorca, quien lo ayudó a entrar en el diario Abc, donde comenzó su carrera como crítico de arte y arquitectura, que luego desarrollaría en otros medios especializados. Comenzó a redactar un diario y nunca se desprendió de los recuerdos que le unían a Lorca, entre ellos un poema escrito en el reverso de una factura de la academia Orad, donde estudiaba en Madrid. No contó su relación con Lorca ni a su nuevo compañero, con el que vivió 30 años. “Tenía encanto, sentido del humor, personalidad y era muy atractivo”, cuenta Julia Sáez-Angulo, vicepresidenta de la Asociación de Críticos de Arte, quien lo valora como un pionero en la crítica de arquitectura y un gran experto en arte popular. Tras dos años de investigación exhaustiva, que ha volcado en su novela testimonial, Manuel Francisco Reina tiene claro que Ramírez de Lucas fue el protagonista último de los Sonetos del amor oscuro. Para el biógrafo Ian Gibson la recuperación de la documentación, que obra en poder de los herederos de Ramírez de Lucas, sería fundamental para aclarar los últimos días de Lorca. “Intenté entrevistarle, pero no fue posible. Sabía que era un personaje fundamental pero supongo que su silencio tuvo que ver con el tema gai”. Todos los expertos en la obra del poeta aplaudieron ayer la noticia. Para Félix Grande la sorpresa fue escuchar su nombre: “Sabíamos que había un gran amor, que en cierto modo inspiró los Sonetos de amor oscuro, pero no sabíamos cómo se llamaba”, explicó el poeta. “En las muchas conversaciones que tuve con Rosales me contó que durante los días que Lorca pasó escondido en su casa corregía sin parar esos versos. Nunca logré que me diera el nombre. Le había prometido a Federico que mantendría el secreto y era una persona de palabra”. Para el flamencólogo, que una historia de ese calibre permanezca oculta prueba el mundo en que vivimos tres cuartos de siglo después del asesinato. También el poeta Antonio Hernández conocía la relación. De hecho, lleva tiempo trabajando en un libro que cerraría la obra poética de Luis Rosales en el que aborda, entre otros, el tema de la homofobia y de Lorca y en el que aparece Ramírez de Lucas.

lunes, 14 de mayo de 2012

Elogiar a los Hombres: Se hace muy poco


A todo el mundo le gusta un buen cumplido, incluso a los hombres. La manera para lograr un buen piropo es conseguir que se pegue, que la persona no lo olvide a la primera de cambio. Según un informe de la página de contactos Match.com, estos son cinco consejos que se deben seguir para alegrar a un hombre y, también, para intentar ligar con él. Siguiendo estos pasos, al menos, ganaras puntos. 1. No te dejes impresionar por su trabajo, pero hazle saber lo bien que lo hace Aunque parece que mostrarse impresionado por el puesto o el salario de un hombre es la manera de hacerle sentir valioso, es una mala técnica, pues puede dar la impresión de estar sólo interesado en su dinero. En vez de esto, es preferible mostrar interés por lo que realmente hace en el trabajo, y expresar lo bien que hace su labor. 2. No le digas que te gusta su camisa, dile lo bien que le queda A un hombre siempre le gusta oír que está bien vestido, pues sube su autoestima y le da un aire de superioridad respecto al resto. El problema es que muchos son parcos en su vestimenta y visten siempre igual, por lo que carece de sentido decirles lo bonita que es su camisa. Es más halagador expresar lo bien que le sienta, lo que hace el cumplido más personal. Además, cuando su pareja le dice a un hombre que le gusta mucho una prenda acabará evitando aquellas por las que no ha mostrado adhesión. 3. Dile que sus amigos te caen bien (cuando sea verdad) Para cualquier pareja (y esto vale para hombres y mujeres) es muy importante saber que sus amigos resultan agradables o, al menos, no disgustan. Cualquier hombre recibirá positivamente un halago sobre sus amigos, máxime si estos están presentes, algo que además servirá para que tenga claro que no sólo tienes ojos para él. 4. No te rías de sus chistes sólo para que piense que es gracioso Reírse de las gracias de un hombre si realmente no te resultan divertidas es del todo contraproducente. Hay maneras mejores de mostrar que aprecias su sentido del humor. Lo mejor es contar tus chistes y hacerle reír, esto hará que el humor sea compartido. Las risas enlatadas nunca funcionan en la vida real. 5. Alaba los pequeños detalles Aunque la caballerosidad vive horas bajas se puede salvar poniendo algo de nuestra parte. Si nos gusta que un hombre sea atento y que se muestre educado, la mejor manera de que siga siéndolo es dejándole claro que aprecias ese tipo de gestos. Es bueno ser específico con frases como: “Me encanta que siempre abras la puerta cuando voy a pasar al ascensor”. Si quieres ganar un plus, puedes indicarle lo mucho que se están perdiendo ese tipo de detalles y lo difícil que es encontrar a todo un caballero. Con esto el éxito está asegurado.

viernes, 4 de mayo de 2012

La Felicidad Adolescente


La felicidad adolescente Editorial | 03/05/2012 - 00:00h 0 comentarios 478 visitas Notificar error Tengo más Información Enviar a un amigo Imprimir Reducir cuerpo de letra Ampliar cuerpo de letra 0 More Sharing Services Felices, sanos y con un alto grado de satisfacción vital. Así define a los adolescentes de 11 a 15 años un estudio internacional cuyos resultados recogemos en esta edición. La encuesta se basa en datos recabados en una cuarentena de países, en su mayoría europeos, aunque la lista incluye también a Estados Unidos, Rusia o Turquía, entre otros. A los consultados se les ha preguntado por sus relaciones en el ámbito familiar, escolar o social, para saber qué grado de satisfacción obtienen en ellos. Y su respuesta ha sido mayoritariamente positiva. La noticia es sin duda alentadora. Aún nos lo parecerá más si precisamos que España ocupa uno de los lugares superiores en la tabla que refleja los índices de felicidad, de salud y de satisfacción adolescentes. Concretamente, nuestro país ocupa la cuarta plaza en lo que atañe a los chicos y chicas de once años, y la sexta en lo referido a quienes cuentan con trece o quince años. Hay matices, según indican los autores del estudio: su resultado no refleja por igual a todos los encuestados. Se producen sutiles variaciones en función del sexo, la edad y el medio social. Además, a esas edades muchos adolescentes se inician en prácticas perjudiciales para su salud, como pueden ser el consumo de cigarrillos y de alcohol, o tienen dietas pobres en frutas y verduras y excesivamente ricas en grasas. Por ello, el estudio -cuyo objetivo es optimizar las políticas estatales en beneficio de los adolescentes- recomienda iniciativas a la carta en función de los grupos específicos a los que se dirigen. No se trataría tanto de subsanar déficits o incrementar partidas como de establecer con precisión lo que necesita cada grupo atendido. Pese a su signo positivo, estas conclusiones no aconsejan bajar la guardia ante los riesgos que afrontan los adolescentes. Los sociólogos insisten en que la adolescencia empieza a una edad cada vez más temprana, y que con ella se abren las puertas de la vida adulta antes de que el individuo alcance un desarrollo psicológico adecuado. Por otra parte, esa fase adolescente tiende después a prolongarse, a medida que la progresiva independencia que llevaba aparejada la juventud se ve frenada por un mercado laboral con tasas de paro juvenil -de 16 a 24 años- que en España rondan el 50%. La adolescencia es la edad de las promesas. Conviene recordarlo a la hora de evaluar los altos niveles de satisfacción a los que aludimos. Porque quizás las mejores políticas estatales dirigidas a la adolescencia no sean las que aspiran a redondear la felicidad de los adolescentes, sino las que les permitan cumplir, llegada la hora, su realización e integración en el mundo adulto.

La Pulsión Sexual


Las ganas de experimentar De tener experiencias sexuales Nacen de la faceta sexual del ser humano Durante tiempo han sido tabú. No podía hablarse de la inclinación sexual de cada `persona Con naturalidad Hasta que los médicos y psicólogos avanzan en tratar este tema con naturalidad

La NINFOMANIA y por qué


La mujer alemana que fue arrestada hace dos semanas por obligar a un hombre a hacer el amor ocho veces seguidas ha vuelto a actuar, según ha informado el diario británico The Daily Mail. La policía de Munich encontró a su última víctima, un hombre africano, llorando en la calle justo enfrente del apartamento de la mujer, en el que vivió un calvario de 36 horas. El hombre explicó a los agentes que conoció a la mujer en un autobús, fueron a su apartamento y empezó la pesadilla. Consiguió escapar del apartamento cuando se quedó dormida, pero no pudo ir muy lejos, pues apenas podía andar. Los agentes arrestaron de inmediato a la mujer, de 47 años, que ha sido llevada a un hospital psiquiátrico. El modus operandi de la ninfómana de Munich fue muy similar al de su primer secuestro sexual conocido. Su primera víctima, Dieter Schulz, de 43 años, flirteó con ella en un bar, fueron a su apartamento y ésta le obligo a tener sexo una y otra vez, hasta que consiguió huir a la terraza, donde llamó a la policía. La mujer, aunque fue arrestada, quedó en libertad con cargos y ha vuelto a actuar. La ninfomanía no es un término médico Este tipo de trastornos se suelen dar en personas que han sido víctimas de abusos en la infanciaAunque se trata de un término muy usado, la ninfomanía –y su equivalente masculina, la satiriasis– no es un concepto aceptado comúnmente en la práctica psicológica y médica. El aumento repentino o la frecuencia extrema en la libido y la actividad sexual se conoce como hipersexualidad, aunque los sexólogos no han llegado A un consenso acerca de qué comportamientos abarca, por qué aparece, ni cómo evitarlo. El deseo sexual varía enormemente en cada persona y lo que para algunos es demasiado, para otros es escaso, sin que por ello podamos hablar de un trastorno. El caso de la 'ninfómana de Munich' va más allá de la hipersexualidad, dado que obliga a sus víctimas a practicar sexo aún cuando están exhaustos. La psicóloga Rosa Melgar explica que este tipo de trastornos se suelen dar en personas que han sido víctimas de abusos en la infancia: “Se sienten poderosas mediante el sexo, creen que controlan la situación y les sirve para compensar los abusos que recibieron”. Hay mujeres muy activas en el plano sexual debido a un problema de orden físico, ya que tienen mayores niveles de testosterona, una hormona mucho más presente en los hombres. “Si a esto”, explica Melgar, “le añadimos una dificultad para controlar sus impulsos tenemos casos como el de Munich, una mujer con una alta necesidad sexual que no puede inhibirse”. Según la psicóloga, lo que es seguro es que se trata de una enfermedad, "se llame como se llame". Un problema residual, pero existente Melgar cuenta que es muy habitual encontrar en las consultas psicológicas a mujeres muy promiscuas y con una actividad sexual fuera de lo normal: “Suelen ser problemas de índole emocional y, en algunos casos, son secuela de abusos”. Lo que no es para nada habitual es encontrar mujeres “que no puedan aguantarse”, lo que se entiende por ninfómanas. En el caso de de Munich encontramos una amalgama de distintos trastornos. Por un lado la hipersexualidad y por otro lo que se conoce como “falta de control de impulsos”, algo “mucho más grave”, según Melgar. ¿Se pueden considerar que sus actos son violaciones? “Una violación es una acto de violencia sexual”, explica la psicóloga, “y la violencia aparece en el momento en que traspasas el límite de la libertad de otra persona”. “Si fuera un mero problema sexual se podría haber saciado a sí misma”, explica. Tal como explica Melgar, este tipo de trastornos deben tratase de dos maneras. Si hay un desorden hormonal se deben administrar fármacos que lo corrijan y si, como parece ser el caso, hay una falta de control, “es necesaria una terapia psicológica conductual, igual que ocurre con un alcohólico o cualquier persona adicta.