jueves, 27 de febrero de 2014

Los HOMBRES no soportan las malas caras y el reproche

Al hombre le gusta ver una mujer contenta
Y a la mujer le gusta que la hagan reir

Los Hombres No saben Cuidar Los detalles

Es verdad
Al ser menos emocionales
Saben cuidar poco los detalles
Es una realidad que hay que asumir

las relaciones entre las mujeres y los hombres

miércoles, 26 de febrero de 2014

Fingir para Retener

AA
Alcanzar el clímax sexual no siempre es una tarea fácil, pero más difícil aún es admitirlo a la pareja. Para muchas mujeres, el orgasmo es casi un mito, aunque su capacidad para fingirlo hace que sus parejas vivan en una gratificante ignorancia. Dos de cada tres mujeres admiten que han fingido en la cama, según un estudio publicado en el Journal of Sex Research por las sexólogas Charlene Muehlenhard y Sheena Shippee. Pero, ¿cuál es la principal razón por la que manipulan a sus parejas haciéndoles creer que han alcanzado la cúspide del placer?
No se trata de solidaridad, para levantar la moral a la otra persona, ni tampoco de una apenada condescendencia por quien no logra estar a la altura. Se trata de una estrategia en beneficio propio: afianzar la relación de pareja y disminuir el riesgo de que el otro le sea infiel. Esta es la principal conclusión del estudioDo Women Pretend Orgasm to Retain a Mate? publicado en la revista Archives of Sexual Behavior por un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia, Oakland y del Instituto Psiquiátrico de Nueva York.
Para disfrazar un falso orgasmo hay que tener talento, pero como estrategia evolutiva que fue, es prácticamente una herencia genética, por lo que suele consumarse sin levantar la más mínima sospecha. Un arte que ha dejado en nuestras retinas escenas cinematográficas inolvidables, como en Cuando Harry encontró a Sally (dirigida por Rob Reiner), en la que el personaje encarnado por Meg Ryan finge a la perfección un orgasmo, de repente y mientras cena, con el objetivo de desmoralizar a su pareja.
Una forma de “vigilancia”
Cuanto más débiles sean los vínculos entre la pareja, y cuanta más desconfianza se tenga sobre la posibilidad de sufrir una infidelidad, las mujeressimularán sus orgasmos con una mayor frecuencia e intensidad. Los autores del estudio llegaron a estas conclusiones después de analizar la vida sexual de casi medio millar de mujeres con parejas estables. Estos resultados se complementaron también con otros estudios sobre las estrategias utilizadas para mantener relaciones fieles y duraderas.
Cuanto más débiles sean los vínculos entre la pareja, y cuanta más desconfianza se tenga sobre la posibilidad de sufrir una infidelidad, más se fingiráLa inseguridad, por tanto, es una de las causas que más claramente se asocian al “falso orgasmo” y a la “falsa excitación” desde el primer momento del acto sexual. Esta no es la única táctica empleada para fortalecer una relación, pero los investigadores sí encontraron que era la más recurrente. En definitiva, se trata de una forma de “vigilancia”, es decir, para evitar que se rompa la relación por una incompatibilidad sexual.
Puede parecer una contradicción, pero la presión autoimpuesta no parece ser nada beneficiosa en las relaciones sexuales. Un estudio realizado por sexólogos de la Universidad de Pennsylvania también concluyó que las personas que habitualmente fingían orgasmos eran muy inseguras y, en muchos casos, extremadamente recelosas con su intimidad.
A vueltas con el patriarcado
Otros estudios anteriores han vinculado esta actitud a a ciertos convencionalismos sociales: algunas mujeres se sienten obligadas a mostrar su satisfacción y sienten la necesidad de demostrar que sí se divierten con la otra persona, como suele explicar en sus libros la sexóloga británica Tracey Cox. Una vez más, las relaciones sexuales se convierten en reflejo del patriarcado.
La sexóloga Elizabeth Black es una defensora férrea de esta última tesis, pero alerta que dicha forma de autoridad se ha vuelto contra los propios hombres que lo ejercen. “El patriarcado ha afectado negativamente a la sexualidad de los hombres debido a la excesiva importancia que han otorgado a sus erecciones, el tamaño del pene, el rendimiento en la cama, los orgasmos y la eyaculación”, concluye Black.

martes, 18 de febrero de 2014

Lo que desean las Mujeres depende del Día

El tipo de hombres que más atraen a una misma mujer varían, tanto, que sus preferencias cambian según el día del mes. En ocasiones, son los más cariñosos, atentos y bondadosos, sin importar demasiado el físico, los que triunfan entre el sexo opuesto, mientras que en otros momentos se prima la masculinidad y la belleza por encima del resto de cualidades.
¿La causa de fondo?, la selección natural que impone la evolución biológica ¿El mecanismo que activa dicha diferenciación?, el ciclo menstrual. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de California, dirigidos por la psicóloga Martie Haselton, después de analizar más de medio centenar de estudios sobre las preferencias sexuales de las mujeres.
El metaestudio, publicado en el último número de la revista de la Asociación Americana de Psicología (Psychological Bulletin), recurre a la teoría de la evolución para explicar el comportamiento sexual femenino. Lo que se suponía que era una decisión íntima, marcada por los gustos personales de cada uno, se presenta ahora como una elección en el que el criterio es igual para todas las mujeres. Esto es, durante el ciclo de ovulación aumenta la atracción por los denominados machos alfa (el clásico latin lover aguerrido, fuerte y rudo), pero disminuye el resto de días, a favor de los menos sexys pero más compatibles para vivir en pareja.
Machos alfa para la descendencia y machos beta para la convivencia
La hipótesis mediante la que los autores explican este comportamiento, heredado de nuestros antepasados y base de la evolución biológica, se centra que “en la fase reproductiva las mujeres se fijan más en las cualidades genéticas para aumentar las posibilidades de supervivencia y asegurar el éxito reproductivo”. Por el contrario, durante el resto del ciclo menstrual, se produce una mayor inclinación por las personas que potencialmente sean buenos padres y parejas a largo plazo, independientemente de los rasgos genéticos.
Las preferencias sexuales no son arbitrarias, sino que están marcadas por unos patrones heredadosUna de las principales objeciones achacable a este estudio, como suele ocurrir con aquellos que parten de hipótesis fundadas en la teoría evolutiva, es que dichos comportamientos han dejado de tener una función. Son simples vestigios del pasado. Es decir, pudieron ejercer una cierta influencia en otros momentos de la evolución humana, pero en la actualidad no tienen ningún peso, ni mucho menos son determinantes.
Por su parte, Haselton se apoya en diversos estudios para defender que estos comportamientos sobre el cambio de preferencias sexuales siguen persistiendo en nuestro subconsciente. Entre los más citados se encuentran varios experimentos realizados en torno a la testosterona y los rasgos propios de la masculinidad, que desde los años 90 han sido una fuente de debate.

Los indicadores de calidad genética
A pesar de la controversia entre la comunidad científica, los resultados de este nuevo metaestudio permiten afirmar a los autores que “los cambios en las preferencias de las mujeres son estadísticamente significativos”. La simetría facial y corporal es una de los rasgos masculinos por los que más se inclinan las mujeres durante el ciclo fértil. La fortaleza, la altura y el moreno de la piel también se consideran importantes “indicadores de calidad genética”.
Durante la ovulación aumentaría la atracción por los denominados machos alfa, pero disminuiría el resto de días, según estos psicólogos evolucionistasLos cambios en las preferencias femeninas existen, según insiste Haselton, y lo que es más importante: “no responden a decisiones arbitrarias, sino que están marcados por unos patrones heredados”. Una teoría que había sido demostrada en mamíferos tan distintos como los chimpancés o las ratas, pero que siempre levantó dudas a la hora de extrapolarla a los seres humanos.
Para algunos estudiosos, esta tendencia se produjo sólo en las comunidades primitivas, en las que no existía la familia como institución y abundaba la poligamia. Esta es la conclusión de un estudio elaborado por un grupo de biólogos evolutivos de la Universidad de Tennessee-Knoxville, que recoge la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
La preferencia por la vida en familia
Las bases de la familia moderna se sentarían en esta “revolución sexual”, en la que priman cualidades como la lealtad y la generosidad sobre la fortaleza o la promiscuidad. Es decir, las necesidades emotivas han adquirido en nuestros días una mayor relevancia que las necesidades de protección.
Este cambio de tendencia comenzó a producirse con la formación de las grandes comunidades sociales. La creación de estos grupos mudó los hábitos relacionales al aportar un fuerte componente de seguridad para la supervivencia de las mujeres y sus hijos, de la que antes se tenía que encargar el macho dominante. Con el tiempo, los machos beta desarrollaron nuevas estrategias para competir con los demás y asegurar sus relaciones, donde la monogamia se erigió como la condición sine qua non, ya que los machos alfa continuaban buscando relaciones múltiples.
Los “ganadores” serían entonces los denominados “buenos papás”, según los denomina el estudio dirigido por Haselton. Al final, se impondrían los intereses a largo plazo debido a la voluntad de formar una familia y mantenerla a lo largo del tiempo. “Entender la lógica que hay detrás de los cambios en las preferencias sexuales, nos ayudará en la toma de decisiones, pues que nos atraiga sexualmente un compañero de trabajo en un momento determinado no significa que vaya a ser una pareja a largo plazo”, sentencia la psicóloga.

domingo, 16 de febrero de 2014

30 frases célebres sobre sexo, erotismo y sensualidad

30 frases célebres sobre sexo, erotismo y sensualidad

Sensualidad y erotismo.
Sensualidad y erotismo.
Tetra Images / Rene de Haan
¿Hay alguien a quien el sexo le deje indiferente? A estos personajes célebres, tampoco. Aquí tienen 30 frases inteligentes, divertidas, picantes, irónicas y tiernas sobre la sexualidad humana.
  1. “El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”.  Marilyn Monroe, actriz estadounidense.
  2. “En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación". Octavio Paz, escritor mexicano.
  3. “¿Es sucio el sexo? Solo cuando se hace bien”. Woody Allen, director de cine estadounidense.
  4. “El sexo sin amor solo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea”. Erich Fromm, psicólogo alemán.
  5. “Los hombres demasiado guapos nunca son buenos en la cama porque no necesitan serlo.” Carrie Bradshaw, personaje protagonista de Sexo en la ciudad.
  6. "El sexo es la puerta a algo poderoso y místico, pero el cine generalmente lo presenta de un modo muy seco”. David Lynch, director de cine estadounidense.
  7. “Las mujeres son capaces de fingir un orgasmo, pero los hombres pueden fingir una relación entera”. Sharon Stone, actriz estadounidense.
  8. “El sexo sin amor es tan hueco y ridículo como el amor sin sexo". Hunter S. Thompson, periodista y escritor estadounidense.
  9. “El amor es emoción, y el sexo, acción”. Madonna, cantante estadounidense.
  10. “De todas las aberraciones sexuales, la más singular tal vez sea la castidad”. Remy de Gourmont, periodista y crítico francés.
  11. “El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía”. Anaïs Nin, escritora estadounidense.
  12. “El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.” Friedrich Nietzsche, filósofo alemán.
  13. “El único lugar donde puedes controlar a un hombre es en la cama. Si les hiciéramos sexo oral a los hombres perpetuamente, podríamos dominar el mundo.” Samantha Jones, personaje de Sexo en la ciudad.
  14. “Al sexo le pasa como a la memoria: si no se utiliza, desaparece”. Eduardo Punset, economista y escritor español.
  15. “El sexo en Estados Unidos es una obsesión. En otras partes del mundo, un hecho”. Marlene Dietrich, actriz alemana.
  16. “El sexo a los 90 es como intentar jugar al billar con una cuerda”. Camille Paglia, intelectual y escritora estadounidense.
  17. Para las mujeres, el mejor afrodisiaco son las palabras. El punto g está en los oídos, y el que busque más abajo está perdiendo el tiempo”. Isabel Allende, escritora chilena.
  18. “La coquetería es una propuesta de sexo sin garantía”. Milan Kundera, escritor checo.
  19. “La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar”. Dante Alighieri, poeta italiano.
  20. “El sexo es la broma más grande que Dios ha gastado a los seres humanos." Bette Davis, actriz estadounidense.
  21. “Sin prohibiciones no hay erotismo”. Georges Bataille, escritor y pensador francés.
  22. “¿Por qué dicen amor cuando quieren decir sexo?” Groucho Marx, actor y humorista estadounidense.
  23. “La abstinencia sexual es como un árbol con profundas raíces y que da buenos frutos”. Andy Warhol, artista estadounidense.
  24. “El instinto erótico pertenece a la naturaleza original del hombre. Está relacionado con la más alta forma de espíritu”. Carl G. Jung, psicoanalista suizo.
  25. “Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí”. Cesare Pavese, escritor italiano.
  26. “El sexo es el consuelo para los que ya no tienen amor”. Gabriel García Márquez, escritor colombiano.
  27. “¿Por qué debemos aceptar los consejos del Papa sobre sexo? Si él sabe algo al respecto… ¡no debería!” George Bernard Shaw, escritor irlandés.
  28.  “Se mire como se mire, el sexo es sumamente memorable y satisfactorio cuando las cosas van bien. Y aquellos que manejan con habilidad los aspectos sexuales de una relación cuentan con una baza importante para estimular el amor romántico”. Helen Fisher, investigadora estadounidense.
  29. “Si el sexo es un fenómeno tan natural, ¿cómo es que hay tantos libros sobre cómo hacerlo?”. Bette Midler, actriz estadounidense.
  30. “El sexo es una de las nueve razones para la reencarnación... Las otras ocho no son importantes.” Henry Miller, escritor estadounidense.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Las seis claves para entender perfectamente a las mujeres

Las seis claves para entender perfectamente a las mujeres (según una mujer)

AA
Los hombres suelen perderse al tratar con las mujeres. En muchas ocasiones, sencillamente, no entienden nada de lo que les están diciendo, no saben prever sus reacciones y son incapaces de entrever siquiera una parte de lo que les pasa por la cabeza. No hace falta poner ejemplos, para eso están todas las comedias del mundo y nuestra convivencia cotidiana con ese ser que muchos consideramos indescifrable.
Pero ¿y si resulta que no es tan complicado entender a las mujeres?¿Si existiera un manual para que no nos volviéramos locos descifrando sus intrincadas estrategias? La veterana psicóloga estadounidense Barbara Markway cree que no es tan difícil saber qué están pensando las mujeres y qué es lo que les preocupa. Según ha explicado en su blog, basta con seguir seis pautas básicas que nos ayudaran a entender qué quieren las mujeres de los hombres. Su práctica es fundamental si queremos que nuestra relación de pareja, o nuestro incipiente ligue, llegue a buen puerto o, al menos, no nos lleve al manicomio.
1. Las mujeres necesitan cercanía
Las mujeres tienen la necesidad de que su relación de pareja sea estable. Después de un periodo de separación (aunque sea sólo un día) trata de restablecer la cercanía tan pronto como puedas. Tienen que saber que estás ahí. “Esto no quiere decir que tengas que dejar a un lado tus propias necesidades”, explica Markway. Pero no debes ignorar las demandas de tu compañera como si no fueran contigo. Si lo haces tu relación tiene los días contados.
2. Si no sabes qué quiere, pregunta
Muchas veces nuestra pareja se comporta de un modo extraño. Sabemos que algo le pasa pero no logramos adivinar qué es. Lo mejor, en este caso, es preguntar explícitamente qué es lo que necesita. Evita a ser posible el arquetípico “¿qué te pasa?” (cuya respuesta automática es “nada”, que en realidad significa “de todo”) y, más aún, el espantoso “¿en qué estás pensando?” Lo mejor es escoger frase del tipo: “¿Necesitas algo?” “¿Te encuentras bien?” “¿Te puedo ayudar?”…
3. Si tu pareja está menos interesada en el sexo, trabaja la empatía
La idea de que a las mujeres les preocupa menos el sexo que a los hombres no sólo es un lugar común, además es falso. Si el sexo no funciona en la pareja es que algo ocurre, pero no debemos tomárnoslo como un rechazo personal y, mucho menos, presionar a nuestra pareja para hacer el amor cuando no le apetece. Párate a pensar por qué no estáis sincronizados en el tema sexual, y piensa que el problema no tiene por qué ser tuyo. Quizás tu pareja está bloqueada por un aspecto externo que no puedes controlar, pero sí puedes ayudarle a superarlo. Como siempre lo importante es que no se corte la comunicación: pregunta, habla y trata de ser comprensivo.
4. Piensa cuánto trabaja tu pareja
Aunque el trabajo doméstico cada vez está más repartido entre hombres y mujeres, sigue sin estarlo todo lo que debería. Muchas parejas han acabado mal sencillamente porque ambas partes estaban demasiado cansadas como para quererse. Los infames horarios laborales que tienen que soportar muchas personas son poco compatibles con la salud conyugal, pero si además las tareas no están bien repartidas la relación puede verse abocada al fracaso. ¿Está tu pareja exhausta? ¿Asumes las responsabilidades suficientes en el trabajo doméstico? Son preguntas que debemos hacernos a diario.
5. Permite que tu pareja exprese sus temores y apóyala
Las mujeres no necesitan a un hombre para que les solucione sus problemas, pero sí necesitan que su compañero les escuche y les apoye. Las mujeres (al igual que los hombres) se sienten reforzadas por una actitud positiva de sus parejas, que contribuye a su bienestar general y a la consecución de sus objetivos.
6. La comunicación es clave
Como han atestiguado numerosos estudios, la comunicación es la base de toda relación amorosa, y los fallos en ésta son la base de la mayoría de las rupturas. Si no podemos expresarnos libremente, o nos da miedo decirle lo que pensamos a nuestra pareja, la relación tiene sus días contados. Trata de hablar lo máximo posible, escucha y sé honesto. Aunque parezca que las mujeres y los hombres se comunican de distinta forma, charlando con franqueza se acaba llegando siempre a buen puerto.