Cuando en 2005 se publicó El método (Planeta), escrito por Neil Strauss, dicho libro se convirtió rápidamente en un curioso fenómeno editorial sin precedentes. El ensayo, que prometía poner al descubierto los secretos de la “sociedad secreta de ligones”, contaba la historia de su autor, un escritor desafortunado en amores que consiguió convertirse en todo un mujeriego de la noche a la mañana, bajo el seudónimo de Style. Tal fue el éxito del libro que, aprovechando su tirón, la VH1 estrenó un reality llamado The Pickup Artist que, a la manera de Master Chef u Operación Triunfo, relataba la conversión del pardillo de turno en todo un maestro del ligoteo.
El éxito de dichos productos culturales provocó que pronto se convirtiesen en importantes franquicias adoradas por el público masculino más desesperado… Pero también por el femenino, que comenzaba a frecuentar los actos organizados por el club para descubrir de qué manera podían tener más éxito con los miembros del sexo opuesto. Arden Leigh fue una de las que compró el libro con el ánimo de mejorar su habilidad amatoria, y se dio cuenta de que quizá estaba dirigido de manera demasiado concreta a un público exclusivamente masculino, por lo que quizá no sería mala idea hacer lo mismo para la audiencia femenina, y de paso, aprovechar un sugerente nicho de mercado.
Ligar es sencillo, pero no con el hombre que te interesaY eso es exactamente The New Rules of Attraction. How to Get Him, Keep Him and Make Him Beg for More (Sourcebooks Casablanca), en el que la antigua dominatrix desvela todas las claves para seducir a un hombre, masticaditas en breves píldoras, siguiendo el ejemplo de la obra de Strauss. Algo que, pensarán muchos, no debería ser tan difícil, si no fuese porque Leigh recuerda que lo fácil para una mujer es ligar, en general, pero que harina de otro costal es llamar la atención del hombre que verdaderamente interesa. Como explicaba en una entrevista, “¡averigua lo que quieres y persíguelo claramente!”
Hay que reconocer que Leigh es toda una artista polifacética: además de su carrera como escritora y modelo, es la principal responsable del foro Seduction Sirens, que se presenta a sí mismo como la escuela de seducción más importante de Nueva York. ¿Cuál es la clave, según la página, que presume de utilizar todo tipo de herramientas aprendidas “de la psicología social a la ingeniería de la persuasión”? Desarrollar la atracción física, forjar una conexión emocional y asegurarse de que el hombre provee todo lo que la relación necesita.
El hombre ya no es lo que era
Leigh ha señalado en repetidas ocasiones cómo los libros clásicos de seducción han quedado increíblemente anticuados. En primer lugar, porque nuestros usos y costumbres han cambiado significativamente desde hace apenas un par de décadas, condicionados, sobre todo, por la comunicación tecnológica (lo que, por ejemplo, deja obsoletos los viejos consejos en plan “espera al miércoles para llamarle”). Y, en segundo lugar, porque los roles de género de los que partían dichas obras han cambiado sensiblemente durante los últimos años.
Hacerse la dura ya no funcionaPor ejemplo, para Leigh es absurdo aquello de que tenga que ser el hombre el que dé el primer paso en una relación, y que la mujer deba esperar a que estos se les acerquen, para no quedar como una “fresca”. ¿Dónde está la clave? En definitiva, en hacer sentir bien a la persona a la que se quiere conquistar: “Hay que tener en cuenta lo que quiere. Más que manipular, lo debemos afrontar desde un punto de vista generoso. Alguien está intentando generar sentimientos positivos en tu interior, ¡es algo increíble!”
Las mujeres del siglo XXI deben enfrentarse a una dificultad añadida: que los hombres ya no son tan mujeriegos como en el pasado, y suelen adoptar un papel mucho más pasivo a la hora de tratar con el sexo opuesto. Por eso, hacerse la dura ya no funciona, puesto que a lo que suele conducir es a que, básicamente, pasen de ti. Una tesis que concuerda con aquella que Hanna Rosin expuso en su libro The End of Men (and the Rise of Women), en el que recordaba que, a medida que las mujeres han escalado en la sociedad, los hombres han perdido su hegemonía, y con ella, su rumbo en la sociedad.
Leigh se muestra parcialmente de acuerdo al indicar que las mujeres de hoy en día “son capaces de llegar muy lejos en su carrera por sus propios medios sin la ayuda de un hombre, pero estamos a menudo perdidas cuando se trata de nuestra vida amorosa”. La escritora se considera a sí misma una feminista, en cuanto que proporciona a las mujeres herramientas para mejorar su vida, algo que le ha granjeado no pocas críticas entre los círculos feministas más duros.
No somos personas, somos marcas
En una reciente entrevista en The Times, Leigh señalaba que una de las cosas más importantes para el éxito de la mujer es establecer un concepto propio que las diferencie de las demás. En ese sentido, la imagen de marca es crucial. “Tu marca personal es algo que debe acompañarte a lo largo de tu vida”, le sugería a la entrevistadora, a la que encontraba un parecido con la frágil silueta de Audrey Hepburn. “Igual que todas las compañías gastan mucho tiempo y esfuerzo en crear su marca para transmitir su mensaje a los potenciales clientes, debes hacer lo mismo con la imagen que proyectas”.
Tu marca personal es algo que debe acompañarte a lo largo de tu vidaAlgo que está relacionado de manera directa con la seguridad y la confianza en uno mismo, factor esencial en el éxito de todo seductor (o seductora). Como ocurre con tantas otras cosas, la confianza es algo que se desarrolla gracias al entrenamiento: “No le dirías a un boxeador que saltase al ring y se limitase a tener confianza. El boxeador entrena a diario”.
Sean útiles sus consejos o no, no cabe duda de que Leigh ha creado un personaje único y que está destinado a aparecer cada vez con mayor frecuencia en los medios de comunicación de todo el planeta, casi a la manera de una Sasha Grey. Algunas informaciones afirman que no perdió la virginidad hasta los 22 años, debido a su extrema fobia social, mientras que otras señalan que se trata de una ninfómana. Un salto cualitativo demasiado grande para resultar creíble, así que quizá, lo mejor sea mejor tomárselo todo como una original ficción. Si todos tenemos nuestra imagen de marca, Arden Leigh tiene muy claro cuál es la suya.
Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que Leigh vive contenta con su pareja actual, el ligón por antonomasia: Erik von Markovik, más conocido comoMystery, presentador y rostro principal de The Pickup Artist, con el que mantiene un acuerdo por el cual pueden echar una canita al aire con otras personas de vez en cuando. Lo importante es no perder la práctica.